viernes, 26 de octubre de 2007

¡Chispas! Mi primera crónica conciertil

(originalmente publicado en Mentes-inquietas)

Dorian, 19 octubre en Madrid

“Perdidos en la noche espiral bailaremos hasta el amanecer”. Ése fue el primer estribillo que los fans de Dorian pudieron corear el viernes 19 de octubre en una casi llena sala Heineken de Madrid, y de buena gana habrían estado hasta el amanecer. Porque desde que salieron al escenario al ritmo de la instrumental El futuro remix, vestidos con sus ya característicos trajes de La casita de Wendy, hasta que lo abandonaron tras Corta el aire, el entregadísimo público disfrutó, bailó y coreó cada una de las canciones que Marc (voz y guitarra), Belly (teclado y programaciones), Bart (bajo) y Jordi (batería) les regalaron.

Más problemas, Al final de la escapada o El futuro no es de nadie, que da título al disco que salió al mercado justo hace ahora un año, iban sonando con constantes guiños de Marc a los allí presentes, que culminaron cuando en Te echamos de menos, la canción más famosa de su primer disco, 10.000 metrópolis, bajó del escenario a cantarla junto a ellos. Junto al público al que agradeció haber hecho posible que Dorian sean quienes son sin necesidad de “salir en un anuncio de la tele”.

Pero hubo muchos más momentos álgidos, como cuando interpretaron el que se puede considerar su himno, A cualquier otra parte, eso sí, en la versión en castellano y no en inglés, que han incluido en el maxicd envinilo que recientemente han comercializado y que parte del público pidió.

La primera parte del concierto terminó con 10.000 metrópolis, y tras una breve pausa volvieron para cerrar con Solar, también del disco de debut, y Corta el aire, que según confesó Marc es la primera canción que compusieron para el álbum que les ha consagrado y por ello es “muy especial”.

Y tras el concierto firma de discos y camisetas e improvisadas sesiones de fotos con los fans, con quienes hay que señalar que son muy accesibles (incluso mantienen una estrecha relación con ellos a través de su fotolog), y fiesta en el Low Club, en el que son DJ residentes. En definitiva, un gran concierto tanto para los asistentes como para el propio grupo, muy satisfecho con la acogida de Madrid, pues en palabras de Bart “siempre es un placer abrir gira aquí, porque es el público más exigente pero también muy agradecido”.

Quien quiera “bailar hasta el amanecer en esa noche espiral”, tiene la oportunidad de hacerlo en alguna de la decena de fechas que aún quedan de esta gira de aniversario y despedida, que se pueden consultar en su myspace.




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