martes, 19 de agosto de 2008

Adiós (o hasta luego)

Ahora que me paro a pensarlo, este blog ha tenido una existencia tan triste que me siento hasta culpable. Nació por accidente, como un hijo concebido para cazar al padre, sólo que en este caso lo que yo deseaba cazar era un puesto en un curso que iba a impartir el 20 minutos. Hoy, casi un año después, cuando la gente me pregunta por aquel curso lo hace aguantando las risas, porque eso es lo que yo siento, que se han reído de mí. Señor Cervera, si está usted suscrito a mis RSS y lee esto que sepa que me siento ofendidísima por el trato recibido. Que vale que una tiene algo de putilla y que si me llaman mañana para hacer el curso diría que sí, pero que estoy ofendida, pues también. Que llevo seis meses en Madrid trabajando de lo primero que encontré (literalmente) sólo porque me fui con la ilusión de que pronto empezaría el dichosos cursito y hace más de tres meses que no se ha vuelto a saber nada de él. Que he visto Fórums filatélicos que estafaban menos a sus clientes.

Y bueno, como alguien tiene que pagar el pato de mi frustración y yo tengo que mantener algo de dignidad, pues he decidido cerrar el blog. No eliminarlo porque al fin y al cabo es un bonito recuerdo y conociendo mi ciclotimia igual pasado mañana me entran las ganas de volver a escribir en él. Pero sí al menos escribir este post, que explique el porqué de la irregular andadura de Patridifusa. Y así de paso explico a mis fans -y a mis antifans también- dónde pueden encontrarme a partir de ahora. Sí, señores, aquí la ciclotímica se hizo hace unos meses otro blog, al que le ha dado tan mala vida como a éste. Pero en ese caso al menos es con excusa: es un blog especializado y no siempre tengo algo que contar sobre el tema. Así que si quieren seguir leyendo de vez en cuando -muy de vez en cuando- algunas letras juntadas por mí, pinchen aquí. Y si quieren ver mi photoblog, en el que cuelgo una selección de mis mejores fotos, aquí. Y si lo que quieren es que consiga hacer el cursito de las narices que me trajo a la blogosfera, mejor vayan poniéndole una vela a su santo predilecto, que lo veo jodidísimo.